miércoles, 11 de enero de 2012

BULLYNG

Bullyng es un término inglés, que designa el maltrato que sufren los niños y adolescentes dentro del ámbito educativo o como consecuencia de la convivencia escolar El hostigamiento puede ser físico o verbal, afectado al niño respectivamente en su integridad corporal o psicológica (sumiéndolo en el aislamiento, marginación o haciéndolo objeto de “bromas” de mal gusto, que en realidad son burlas, sobre alguna de sus condiciones físicas o culturales; constituyendo una forma de violencia escolar
Para que se considere buylling no debe ser un episodio aislado de violencia, sino mantenerse a lo largo del tiempo, con lo cual el padecimiento cobra la característica de tortura, y convierte a la víctima en un ser altamente vulnerable.
Es posible que el acosador sea líder del grupo, por supuesto negativo, y por ello consiga la adhesión del resto de los compañeros, que pueden participar en el buylling o callar la situación en actitud cómplice, para evitar que el hecho llegue a conocimiento de docentes o directivos. La propia víctima muchas veces calla, por temor a las represalias, cuyas amenazas seguramente escucha, por ejemplo: “si cuentas lo que te hago, te mato”.
Es muy común entre los 12 y 14 años, aunque puede darse en cualquier etapa de la vida escolar. Por ello los docentes deben estar atentos y realizar trabajos de observación y preventivos, estimulando el diálogo, la confianza hacia los adultos, para que las víctimas se atrevan a contar lo que les sucede, y educando para la paz. Por supuesto es una tarea muy difícil porque la violencia está instalada en los hogares, en las calles y en los medios de comunicación, pero en estos casos no hablamos de reacciones violentas en casos puntuales (lo que también es altamente reprochable) sino de violencias sistemáticas contra víctimas señaladas.
Es posible que los agresores sean a su vez, víctimas de violencia familiar, y descarguen en otros sus propias vivencias, invirtiendo los roles; en otros casos, son niños en cuyos hogares no se le han puesto límites. Son personas con distorsiones cognitivas y con imposibilidad de empatía, que les impide percibir el sufrimiento ajeno, ni de hacerse cargo de sus acciones, por las cuales no se sienten responsables, ya que buscan culpas en la víctima, aunque no las tenga.
Las secuelas son muy graves el acosado pierde todo interés por ir al colegio y empieza una etapa de miedo, frustración y total apatía  
Si no se trata al alumno o alumnos acosadores, es muy probable que persistan en esa actitud durante toda la vida, en cualquier ámbito donde se desempeñen, ya sea como padres, jefes, trabajadores, vecinos, etcétera. Por parte de las víctimas, que en general son niños callados, introvertidos e inseguros, les reforzará esas condiciones; o pueden no haberlo sido, pero la violencia constante puede convertirlos en seres temerosos, inseguros, tristes, y de autoestima muy baja, pudiendo llegar hasta la enfermedad depresiva.